26 de diciembre de 2009

Un cuento de Navidad

Estimados (y persistentes) lectores:

Como todos los años, otra vez hemos pasado la Nochebuena y el día de Navidad, espero que de la mejor forma posible, y en compañía de vuestros seres más queridos, etc etc.

Y como imagino que, después de estos dos días de tanta comida y movimiento en general, hoy habreis empezado a volver a vuestra vida normal, aprovecho para, en primer lugar, desearos unas felices fiestas y una más que buena entrada en el 2010; y, en segundo lugar, dejaros este articulillo de la web de Lo Que Yo Te Diga, en el que se cuenta una curiosa historia sobre los árboles de Navidad, y algunas cosillas más. Aviso, el vídeo, sin ser niguna obra maestra, tiene un regustillo nostálgico que mola.
Asi que nada más, que espero que os guste, y lo dicho, que los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras os traigan todo lo mejor. Y si no os lo dan, esperad a que se duerman y se lo quitais vosotros, que os lo habeis ganado.

18 de diciembre de 2009

El regalo de Laura

La verdad que no se quién es Laura,

no tengo ni puñetera idea de cuales son sus gustos y aficiones,

si es mas de playa o de montaña,

si le gustan mas los espaguetis con tomate o con nata,

si es de los Rolling o de los Beatles,

si ve las películas dobladas o con subtitulos,

si tiende los pantalones por la cintura o por la parte de abajo de las piernas...

Tampoco se quienes son sus amigos.


Ahora, una cosa sí que se seguro: que si a Laura no le ha gustado lo que le han hecho estos muchachos que parecen conocerla algo más que yo... se puede ir planteando su existencia en este planeta.

Y, a los artífices de la cosa, desde este humilde blog... Enhorabuena. Que sepais que, desde hoy, una flor que baila ocupa un hueco en mi corazoncito.

10 de diciembre de 2009

Algo tan grande que no se puede explicar con palabras.

Yo que nunca he creído en experiencias místicas, religiosas, espirituales, extrasensoriales, alucinógenas, ni nada por el estilo.

Yo que siempre he defendido el más radical de los ateismos, Dios mediante.

Yo acabo de estar en el que posiblemente sea mi último concierto de Sabina, que ha prometido que después de esta gira deja los escenarios.

Y a lo mejor por no creer en nada de eso, ahora mismo no tengo palabras para describirlo.

Ha sido grande, muy grande, enormemente grande.

Tan grande, que cualquier palabra se le queda pequeña.

25 de noviembre de 2009

Lo que pasa cuando se juntan dos genios

Piensa en Queen: Freddy Mercury, Bryan May... rock and roll... Bohemian Rhapsody...

Piensa en los teleñecos: Gustavo, Gonzo, la cerdita Peggy... y una interminable lista de personajes.

Ahora, por favor, deja de pensar.

18 de noviembre de 2009

La falta de remordimientos

Hace algunos años, cuando la segunda legislatura del Gobierno del PP se encontraba en todo su esplendor, el Ejército español sufrió la pérdida de un grupo de militares en lo que ha sido uno de los capítulos mas bochornosos y trágicos de nuestra historia reciente: el accidente del Yak - 42. En aquel momento, todas las críticas se dirigieron hacia el Ministerio de Defensa, representado por Federico Mandagüevos Trillo. Se le pidieron explicaciones por las pésimas condiciones en las que se encontraba el avión, el estado de la tripulación... en definitiva, se le pedía que argumentara cómo el Estado había permitido que se pusiera en juego la vida de sus militares en semejante aparato.
Luego llegaron los problemas con las autopsias y las repatriaciones. Cuerpos sin identificar. Ataudes con restos de varias personas. Familiares enterrando a desconocidos. Incluso los propios forenses de la región denunciaron las múltiples irregularidades que se habían producido con tal de terminar cuanto antes, hacerles un homenaje bonito, y que todo se olvidara pronto.

Hasta hoy, el PP se ha dedicado a echar balones fuera y las culpas a otros. Todavía no se ha escuchado el más mínimo atisbo de disculpa y asunción de responsabilidades por parte del Sr. Trillo.

Ayer, tras 47 días de secuestro en altamar, liberaron por fín al atunero Alakrana.

Al principio, en lo que parecía un espejismo o una ilusión óptica, todos los partidos políticos (o los DOS partidos políticos), se felicitaban mutuamente, en un ejemplo de cohesión, colaboración, y, en resumen, de aquel "todos a una" que los españoles llevamos tantísimo tiempo esperando para resolver problemas como la crisis o el terrorismo, por poner un ejemplo.

Hoy, cumplido el tiempo de cortesía, el PP nos ha devuelto a la realidad, y ha empezado a pedir explicaciones sobre lo que, según dicen ellos, ha sido una "mala gestión" de la situación.

Y entonces yo me planteo: Independientemente de que tengan razón y el secuestro se hubiera podido resolver de otra manera... ¿No sería necesaria una pequeña dosis de humildad por su parte, y que se aplicaran aquello de "la paja en el ojo ajeno" antes de empezar a lanzar acusaciones a diestro y siniestro? ¿No sería conveniente que realizaran un breve ejercicio de memoria histórica y autocrítica (sí, señores populares, eso existe)? ¿No sería fundamental, en resumen, mostrar simplemente un mínimo de remordimientos y reconocer, aunque sea flojito para que no se entere mucha gente, los errores cometidos en el pasado?

Personalmente, yo creo que sí.

14 de noviembre de 2009

Castigo de Dios

Te saldrán granos
Te vas a quedar ciego
No te va a crecer
Se te va a caer a pedazos
Dios se pone triste cuando te ve hacerlo
Cada vez que lo haces, muere un gatito

...

Por eso, cosas como estas, provocan reacciones como estas.

Y el que esté libre de pecado...

8 de noviembre de 2009

Matar de amor

Amor y violencia. Querer. Amar. Desear. Agredir. Matar. Posiblemente no existan términos más opuestos que estos. Sin embargo, también puede ocurrir que la violencia sea una consecuencia necesaria de ese amor. La violencia como muestra del más profundo y sincero amor. El amor como causa y justificación de cualquier acto violento. Y de esto, entre otras muchas cosas, habla Déjame Entrar, la obra del sueco John Ajvide Lindqvist, adaptada al cine recientemente por Tomas Alfredson en un ejercicio que demuestra que, cuando quieren, cine y literatura pueden unirse para llegar a los más profundo del alma.

En ella, Ajvide cuenta la historia de Oskar y Eli, el niño víctima de sus compañeros de clase y la niña vampiro, y de cómo cada uno encuentra en el otro una forma distinta de sobrevivir. Además, habla sobre Hakan, el fiel siervo de Eli, asesino despiadado sometido a una de las más bajas y ruines de las pasiones: la pederastia. Y también de Lacke, Jocke, Gösta y Virginia, amigos del barrio, alcóholicos y perdedores confesos. Y de Tommy, que ve como un polícia ultracatólico e incompetente a partes iguales intenta ocupar el lugar de su difunto padre.

Pero, sobre todo, Déjame Entrar es una historia sobre la violencia. Una violencia liberadora y redentora a la vez, que, de una forma u otra, domina las vidas y los actos de todos los personajes., y que es, además, la base sobre la que Oskar y Eli construyen su relación, una de las más bellas y extrañas historias de amor que se han escrito ultimamente. Porque es aquí donde reside el principal encanto de esta historia, en su capacidad para transformar el más cruel de los asesinatos en toda una declaración de amor, recordándonos así que la capacidad de amar y la de destruir han formado parte del ser humano desde el principio de los tiempos, aquella época en la que quizás nació el primer vampiro.

Por último, decirte que si quieres disfrutar de las dos versiones de la obra (la literaria y la cinematográfica), la compañía comercial del triangulito verde ha sacado una edición especial que incluye el DVD y el libro. No sé, a lo mejor es una buena idea para ir empezando a escribirle la carta a los Reyes Magos.

28 de octubre de 2009

Un regalo

Ahora que tanto se habla del libro electrónico, del e-book, o como se le quiera llamar,
que consumimos a más velocidad de la que somos capaces de asimilar,
que tenemos el Emule funcionando las 24 horas, acumulando música que jamás oiremos, películas que jamás veremos.

Ahora que las editoriales nos asaltan con cinco best-sellers por semana,
los estrenos de cine se amontonan en las carteleras,
y los discos en las estanterías del Carrefour.

Ahora que es tan dificil que una obra perdure.

Ahora, precisamente, llega Javier Cercas y escribe esto.

Parece largo, pero creeme: merece mucho la pena.

23 de octubre de 2009

No entiendo nada

¿Por qué, las personas contrarias a la reforma de la Ley del Aborto utilizan el derecho a la vida como argumento? ¿Acaso en algún sitio se prohibe tener hijos a quien quiera o pueda tenerlos? ¿Por qué entonces se habla de asesinato, y parece que nos encontramos ante el fin de la raza humana?

¿Por qué estas personas se parecen tanto a las que hace unos años salían a la calle en contra de la Ley que regulaba los matrimonios homosexuales, y contra los nuevos modelos de familia en general? ¿Por qué, en ese caso, se hablaba de la ruptura del núcleo familiar, la pérdida de valores... y, en resumidas cuentas, del fin de la raza humana tal y como la conocemos hasta ahora?

¿Por qué, ya que parece que son los mismos, no cambian el derecho a la vida por el derecho a la libertad de elección, eso que tantos años nos costó conseguir? ¿Por qué no dejan, directamente, que cada uno haga con su vida lo que le de la gana?

¿Por qué, además, los defensores del derecho a la vida, y a la dignidad por encima de todas las cosas, no aparecían en las manifestaciones contra la guerra de Irak? ¿Allí no se ponían vidas en juego? ¿O es que esas vidas eran como de mentirijillas? ¿Por qué entonces sí que les parecía bien que se obligara a la gente a arriesgar su vida? ¿Por la patria?

Por favor, que alguien me explique algo, porque yo estoy hecho un verdadero lío.

17 de octubre de 2009

Entre todas las mujeres

Te levantas a las seis de la mañana, preparas el desayuno, y dejas medio listo el almuerzo. Tu marido se fue a las cinco, así que esto es todo para ti.
A las siete menos cuarto, tarde como siempre, los niños aparecen en la cocina, el mayor sin peinar, desayunan en dos minutos, y se van a terminar de arreglar las mochilas mientras tu le echas un ultimo vistazo a la comida, apagas el fuego, y los tres salís pitando hacia el coche.
Media hora de atasco, llegais al colegio, un beso a cada uno, portaos bien, comeros el bocadillo, y corriendo al trabajo. Llevas dos horas levantada y te da la sensación de que todavía no has parado de correr.

Las dos y media de la tarde. Se termina tu jornada de trabajo, y vuelves a salir pitando al colegio a por los niños, que como llegues tarde la pequeña se pone a llorar. Los recoges y te tragas otra media hora de atasco de vuelta a casa, mientras te cuentan como les ha ido su día, y te recuerdan cada cinco minutos que tienen hambre. Llegais finalmente a casa, las tres y media. Calientas el almuerzo en el microondas y comeis los tres. A las cuatro llega tu marido, muerto de cansancio, el pobre, desde las seis de la mañana trabajando, asi que te quedas con él, por hacerle compañía y que no coma solo. Y porque es uno de los ratitos que teneis para estar juntos. Friegas los platos y, a las cinco en punto, tienes otra vez a los niños esperando en la puerta. Actividades extraescolares les llaman. Que ganas de que se hagan mayores ya. Dejas al mayor en natación y a la pequeña en ballet, que ha empezado este año y no se puede perder una clase. Si un día no puede ir, se pone a llorar. Si la mañana no ha sido muy dura, tu marido se ofrece a recogerlos, una hora después, así que tú puedes volver a casa a descansar un rato, o a terminar de recoger la cocina y limpiar un poco las habitaciones, que la verdad, no sabes como pueden coger tantísimo polvo.

Sea como sea, a las seis y media están otra vez en casa. Les das la merienda, si no se la han comido por el camino, y os poneis a hacer los deberes. Si es que las cosa que les enseñan ahora no hay quien las entienda por Dios. Menos mal que tu marido es bueno con las manualidades, y al menos puede ayudarles en plástica y tecnología. Pero el resto es cosa tuya, porque él, pobre, no pudo estudiar y se tuvo que poner a trabajar desde muy joven, asi que la mitad de las cosas como que no. Acabais a las ocho y media, y empezais con las duchas y la cena. Que si mi hermano me ha empujado, que si yo me ducho primero, que si esto no me gusta... No puedes más. Intentas poner orden y cenar tranquilos, por favor, por una vez en vuestra vida hacedme ese favor. A las nueve y media tu marido ya esta en la cama, que mañana tiene otra vez turno de mañana, por lo que de nuevo te toca a ti recoger la cocina y acostar a los niños. Les das un beso de buenas noches, cuatro esquinitas tiene mi cama, y a dormir.

Por fin, tienes un momento de tranquilidad en todo el día, asi que aprovechas y te tumbas un rato en el sofa a ver la tele, así te entra el sueño antes.

Haciendo zapping te encuentras con un programa del corazón. Belén Esteban se autoproclama princesa del pueblo, mejor madre del mundo, y modelo a seguir para todas las mujeres, así en general.

Te gustaría responderle, aquí te quisiera ver yo, piensas. Pero el sueño te vence, y terminas quedándote dormida, como siempre, con el mando a distancia en la mano.

2 de octubre de 2009

Somos el futuro

En vista de los últimos acontecimientos, en los que todo el mundo se ve en posesión de la más absoluta de las verdades, me gustaría dejar, desde aquí, un par de cosas claras:

Los jóvenes, la juventud, o como se nos quiera llamar, NO somos el mal de la sociedad.

Los jóvenes NO pasamos de todo ni nos preocupa solamente nuestro ombligo. Cuando algo no nos gusta salimos a la calle y nos manifestamos. Distinto es que se nos haga caso.

Los jóvenes NO nos quedamos de brazos cruzados ante todo lo que pasa a nuestro alrededor. A veces ayudamos más que los que nos critican. Pasate por cualquier asociación de voluntarios.

Los jóvenes NO siempre necesitamos emborracharnos para divertirnos. Los botellones NO son nidos de violencia, delincuencia y terrorismo urbano. Son sólo sitios a los que la gente acude a beber con los amigos.

Los jóvenes NO vamos a las discotecas a colocarnos. Conocemos de sobra los efectos de las drogas, y la mayoría las rechazamos. NO todos los jovenes veraneamos en Ibiza.

Los jóvenes (y sobre todo, "los") NO vemos a las mujeres sólo como objetos sexuales. Sabemos lo que es el amor, el compromiso, el respeto. Y, tanto "los" como "las" conocemos los métodos anticonceptivos.

Los jóvenes NO queremos vivir con nuestros padres hasta los 35 años.

Los jóvenes NO queremos que el Estado nos mantenga. Nos dejamos la piel haciendonos un hueco en el mercado laboral, empezando muchas veces con contratos de vergüenza. Pagamos impuestos, y con esos impuestos se pagan las pensiones de los que dicen que sólo pensamos en el vicio.

Los jóvenes que estudiamos NO somos unos mantenidos de nadie. Si estudiamos, es sólo para que ese hueco en el mercado llegue antes, y en mejores condiciones. Y aún así, muchas veces parece más un obstaculo que una ventaja.

A los jóvenes NO nos la suda la política. A la política, si parece que se la sudamos nosotros.

Los jóvenes somos la principal mano de obra en la investigación de este país. Nosotros contribuimos a los avances de la medicina, la física, el derecho... A pesar de vivir en uno de los paises que menos invierte en becas para investigadores.

En definitiva, los jóvenes NO somos unos inconscientes, irresponsables, inmaduros...

Los jóvenes, LE PESE A QUIEN LE PESE, somos el futuro de ésta y de cualquier sociedad.

Pues eso.

Al enérgumeno del autobús de esta mañana,
a los responsables de los programas que muestran los "hábitos de ocio" de la juventud,
y a todos los que piensan que tienen razón.
Con todo mi afecto.

27 de septiembre de 2009

Conocí a una estrella

Anoche la entrega de premios del Festival de San Sebastián me emocionó. Después de premiar a películas que nunca veremos, llegaron los premios gordos: guión, actriz, actor, director... Y por si todavía no lo sabes, la Concha de Plata al Mejor Actor fue para Pablo Pineda, protagonista de "Yo, también", y primera persona con Síndrome de Down en conseguir este galardón. ¿Y por qué me emocionó? Pues te cuento.

Conocí a Pablo en la biblioteca de la Facultad. El primer día, evidentemente, me llamó la atención verlo allí, inmerso en un libro de gran volumen que parecía querer aprenderse de memoria, repitiendo lo que leía en voz bajita. Al poco tiempo, Pablo se convertía en el primer chico con Síndrome de Down en conseguir un título universitario. Licenciado en Pedagogía, creo. El País Semanal le dedicó una portada. "Anda mira, a este hombre lo conozco yo", pensé cuando vi su foto.

Y ahora, esto. Primer licenciado, y primer actor premiado en San Sebastián (que lejos quedan los tiempos en que Médico de Familia nos descubría todo lo que son capaces de hacer estas personas). Al parecer, no todo el mundo estaba de acuerdo con la elección, sobre todo por haber otros candidatos "de peso" que se han quedado en la estacada (Ricardo Darín, Robert Duvall...). Pero, que quieres que te diga, cuando lo ví anoche recoger su premio, y dando las gracias en varios idiomas, me acordé de sus esfuerzos en la biblioteca, de la portada del dominical de El País, y lo único que podía pensar fue "Pablo, que grande eres".

Ahora sólo queda ver la película, y esperar que este sea sólo el principio de una prometedora carrera, en el cine en particular, y en la vida en general.

11 de septiembre de 2009

Dancing queen

Lucía, minifalda o vestido corto, siempre con escote, eso sí.
Lucía es la reina de la pista, y lo sabe, y le gusta, y lo explota como nadie.
Sabe que cuando baila, todo a su alrededor existe sólo por y para ella:
las luces, la música, la gente, el humo, todo.

Lucía, pelo castaño, zapatos sin mucho tacón.
Sería capaz de bailar horas enteras, sobre todo si sabe que le miran.
A veces alguno se le acerca, baila con ella y, si Lucía está de buenas, le mete mano,
luego él se va, y ella sigue bailando.

Lucía, ojos marrones, las uñas pintadas del mismo color.
Siempre ha sido así, desde que empezó a salir por las discotecas.
La primera vez que bailó acabó en el centro de la pista,
se sentía la estrella, el centro de atención, el centro del universo.

Lucía,
Dice que nunca le han atraído el alcohol ni las drogas.
Tampoco es amiga de los adornos, ni de la cirugía estética.
Lucía es sólo cuerpo y música.
Porque Lucía sabe que, cuando baila, se convierte en la reina de la pista.

6 de agosto de 2009

El terapeuta imperfecto

En estos tiempos que corren, en los que la imagen del psicólogo en la televisión abarca desde el omnipotente y buenrrollista "trabajador social" de Hospital Central hasta las terapias virtuales de "La Caja" , parece que alguien, por fín, nos toma en serio. Y este alguien es Rodrigo García, hijo de un tal Gabriel García Márquez, que, productora HBO mediante, ha realizado esa pequeña gran serie que es "In Treatment" (algo así como "En Terapia"), remake de la israelí "Be'Tipul".

El planteamiento es de lo más simple, y a la vez lo más innovador que he visto en mucho tiempo. Cada capítulo, programados semanalmente con una duración de 25 minutos, recoge una sesión de terapia entre el Dr. Paul Weston (interpretado por un enorme Gabriel Byrne) y uno de sus pacientes. Así, los lunes asistimos a los intentos de Laura por hallar en su terapeuta la figura masculina perdida; los martes conoceremos a Alex, un piloto de la Marina incapaz de soportar todo lo que intenta demostrarse a sí mismo; los miercoles, a Sophie, la adolescente gimnasta y suicida; y los jueves vendrán Jake y Amy, a los que un embarazo les destapa todas las dudas y decepciones que sostienen su relación. Y el plato fuerte llega los viernes, cuando el propio Paul se convierte en paciente de Gina (Dianne Wiest, a la que un servidor recordaba, siendo un enano, en Eduardo Manostijeras), terapeuta retirada y antigua amiga de Paul, que intentará poner algo de luz en su vida, profesional y personalmente hablando.

Quizás no sea un formato atractivo para todos los públicos, sobre todo por la austeridad de su puesta en escena y su ritmo pausado, como la vida misma. Quizás tampoco intenta serlo. Porque, como digo, más allá de cuestiones técnicas y estéticas, lo verdaderamente impresionante de In Treatment es la honestidad y el rigor con la que se acerca al trabajo psicoterapéutico. Así, a través de un guión más que sólido, elaborado con un conocimiento de causa que ya quisieran muchos, somos testigos mudos de verdaderas sesiones de terapia, en las que las emociones de los pacientes y el terapeuta fluyen y se transforman con total naturalidad, y donde la empatía y la contratransferencia (los sentimientos que el terapeuta proyecta en el paciente, más o menos) traspasan, con creces, la pantalla. Asistimos, además, al trabajo de un terapeuta excelente, no sólo por ser capaz de regalarnos momentos memorables (la terapia de Sophie o el encuentro con el padre de Alex no tienen desperdicio), sino también, y ahí reside su encanto, por tener las santas narices de reconocer y mostrar sin pudor sus limitaciones y debilidades. Porque, como me recordó hace poco una de las máximas expertas en psicoterapia de España, una de las cosas que hace bueno a un terapeuta es el poder luchar contra el sentido de omnipotencia, y tener muy claro que nunca, jamás, va a ser capaz de cambiarlo todo.

Y por eso me gusta Paul Weston. Porque sabe ver donde acierta y donde se equivoca, qué puede afrontar, y qué cosas le superan, e incluso llega a plantearse qué derecho tenemos a meternos en la vida de las personas, si finalmente no vamos a poder serles de ayuda. Porque sabe que, además de terapeuta, es persona y, como tal, necesita y busca ayuda. Y por eso me gusta Gina, porque no renuncia a ayudar a su amigo, aunque eso le suponga terminar enfrentandose a sus propios fantasmas y fracasos.

Por eso, en definitiva, me ha apasionado "In Treatment", porque no sólo ofrece una visión realista y rigurosa de la psicoterapia, sino también de los terapeutas que, para hacer bien su trabajo, deben luchar día a día con sus imperfecciones.

21 de julio de 2009

Como si faltara algo

Como Astérix sin Obélix
Como Zipi sin Zape
Como Mortadelo sin Filemón
Como Carpanta sin hambre

Como la sal sin la pimienta
Como el Madrid sin el Barça
Como el invierno sin un "que ganas de que llegue el verano"
Como el verano sin un "a ver si llega ya el frío"

Como Papá Noel sin los Reyes Magos
Como los vaqueros sin los indios
Como Espe sin Gallardón
Como la izquierda sin la derecha

Como diecinueve velas de cumpleaños sin tarta
Como San Fernando sin camino
Como una fotografía sin objetivo
Como el mundo sin música

Como tú sin el mar

Como yo sin ti

21 de junio de 2009

Los otros libros

No hay nada mas desconcertante que visitar un puesto de libros en la calle (los hay de madera en algunos pueblos, en forma de mesa grande en los centros comerciales...) y ver que, año tras año, ya sea en La Rioja o en Cádiz, siguen estando los mismos títulos, en las mismas ediciones... y seguro que hasta en el mismo orden.

Es un fenómeno que debería estudiarse. Yo tuve la oportunidad de comprobarlo hace una semana, cuando paseaba por el centro de Tarifa. Efectivamente, alli volvían a estar los volumenes de dietas mágicas y esoterismo, la colección de novela histórica de El País, el Diario de Ana Frank y Un Mundo Feliz en una edición de bolsillo en tapas blancas, la sección de novela romántica, los restos de algún antiguo best-seller... A uno, dos, tres y cuatro euros, según el tamaño. Y gente que pasaba la vista por encima, igual que yo, curioseando alguno, pero sin atreverse a comprar.

La verdad es que, sin querer, terminan dándote lástima, ver como pasan sus días a la interperie, sin que nadie los saque del plástico, sin que nunca se abran sus páginas, año tras año, de pueblo en pueblo, siempre en el mismo sitio. Hasta que el paso del tiempo pueda con ellos y la gente los olvide definitivamente. A lo mejor, nadie descubre cuales son los 500 mejores chistes, los secretos de la cocina mediterránea, las mejores posturas de yoga, o las formas más efectivas para conectar desde el más acá con el más allá.

Envuelto en estos sentimientos estaba cuando quien me acompañaba, práctico como él solo, encontró de un tirón la respuesta al enigma de los libros inamovibles: "Es que, desde que está internet, la gente lee cada vez menos". Al principio me pareció una tontería, pero luego, dándole vueltas, pensé que igual tenía algo de razón. Porque es verdad que la gente lee cada vez menos. Y es verdad que ahora nos amenazan con el libro electrónico, el universo entero en una pantalla digital.

Y a lo mejor, dentro de unos años, pasar las páginas de un libro nos resulta tan extraño como el título de aquel libro de medicina oriental que nunca compraron.

3 de abril de 2009

Psicólogos

"Dice la Susana que, cuando una persona de España va al psicólogo, es porque ya la han echado de todas partes, que antes te mandaban a una isla bastante desierta, pero que ahora, con la cantidad de chinos que hay en el mundo, ya no hay islas desiertas, y por eso tienen que existir los psicólogos"

Manolito Gafotas
Elvira Lindo (1994)

1 de marzo de 2009

Historia de una locomotora abandonada

Era más o menos el año 1998, y mientras el resto de la humanidad temblaba pensando en el fin de siglo, el efecto 2000 y la entrada del euro, vosotros echabais a volar en un tren con forma de cabaña. Los dos solos, uno encargado de la palanca y otro de comprobar la situación de las vías, dejabais así el mundo entero a vuestros pies. Erais los mejores maquinistas, en la locomotora más bonita, del tren más rápido que nadie ha visto jamás. Y era vuestro, sólo vuestro, y de nadie más. Apenas teníais seis años, un nombre en común, y ya os habíais convertido en los mejores amigos, inseparables como las vías de aquel tren. Incluso un día te pidió matrimonio.

Y un día, sin más, te dijo que se iba. No te dijo a dónde, ni por qué, ni cómo. O sí te lo dijo, pero te daba igual. El caso es que él, tu mejor amigo, se iba para siempre, y la locomotora y tú os quedasteis terriblemente solas. Todavía te acuerdas de todo lo que lloraste.

Desde entonces, sólo lo has visto un par de veces, y de lejos. La primera fue cuando, un año después volvió de repente por el patio del colegio, y el orgullo, la vergüenza o vete tu a saber qué, sólo os dejaron deciros "hola" de lejos. Y mientras os quedabais con las ganas de volver a estar juntos otra vez, aunque solo fuera un ratito, él se iba a jugar al fútbol, con los niños, y tú volvías a tus cosas, con las niñas. Y la segunda, hace cuatro años, en los pasillos del Carrefour, aunque en ese caso los cordones de sus zapatos y la impaciencia de tu padre hicieron el resto. Casi ni podemos llamarla segunda vez, aunque tampoco parabas de llorar.

En fin. Así hasta hoy. Alguien te dijo una vez que lo vio por no se dónde, o que vive por no se cuántos. Hasta has llegado a pasarte por allí, por si suena la flauta, pero nada, tampoco ha habido suerte. Lleváis separados prácticamente diez años y, sin embargo, todavía te acuerdas de su nombre, de todo lo que os queríais, y de lo que corría vuestro tren.

Y por eso hoy, cuando me has dicho que cada vez que pasas por la puerta de vuestro colegio piensas en entrar y preguntar por él en Secretaría, no me ha quedado más opción que animarte a hacerlo. Igual no te dicen nada, y todo esto acaba en vía muerta. O igual te dan sus apellidos y una nueva vía para buscarlo. ¿Sabes que te digo? Que una buena locomotora resiste como nadie el paso del tiempo.

24 de febrero de 2009

Él nunca lo haría

Madres (y padres) del mundo,

Entiendo que podáis tener gran devoción por un grupo musical concreto, un cantante, un actor, una actriz... hasta un futbolista, si me apuras.

Entiendo también que alguno de estos personajes pueda haber marcado especialmente vuestra relación de pareja, o vuestra gestación. Así, no sería raro que vuestra pareja os jurara amor eterno, como la trucha al trucho, mientras de fondo sonaba una balada de Shakira. O que la consumación carnal fuera después de que os invitara al cine a ver la última de Brad Pitt. O el día que el Madrid ganó la última liga, lo mismo me da.

Por supuesto, también entiendo que queráis ser originales, que vuestro hijo destaque sobre los demás. Y que penséis que, quiera que no, un nombre marca una personalidad.

Pero, por favor, un nombre es para toda la vida, pensadlo bien. Eso que ahora mismo os hace gracia, os hace sentir lo más de lo más, dentro de unos años irá al colegio, al instituto, a la universidad, tendrá un trabajo...

Por lo que más queráis, no cometáis el mismo error. Hace un rato, en el pasillo de las bolsas de patatas del supermercado, una madre llamaba a su hija pequeña al grito de "Amaraaaaal!!!! Estate quieta!!!!" Y por si cabía alguna duda, dos veces "Amaraaaal!!!!" Por favor, no los condenéis de esa manera. A mí se me ha caído el alma (y casi la bolsa de patatas) a los pies.

14 de febrero de 2009

El padre de Eulania.

Cuando nació le prometiste que siempre la cuidarías, que nunca le faltaría de nada, que no dejarías que le pasara nada malo.
Creció como todas las de su edad, con sus miedos, sus alegrías, sus triunfos y sus fracasos. Y tú estuviste a su lado.

Hasta que un día, salió a la carretera, y nunca más fue la misma. Todos sus miedos, sus alegrías, sus triunfos, y también sus fracasos, simplemente, dejaron de existir.

Desde entonces, hace ya de esto diecisiete años, se quedó postrada en una cama, como dormida. Estado vegetal, te dijeron. Ni siente, ni padece. Pero tú, fiel a tu promesa, no te moviste de su lado.
Y así pasaron los días, y los meses, y los años. La situación era totalmente irreversible. Y tú ahí, la pie del cañón.

Fue cuando empezó tu lucha, la reivindicación del derecho de tu hija a una muerte (o a una vida, para el caso es lo mismo) digna. Y no te lo pusieron nada fácil, tuviste que remover Roma (literalmente) con Santiago. Desde el Gobierno de tu país se escuchaban voces divididas, unas que sí, unas que no. Para colmo de males, tuviste la desgracia de estar bajo el mando de un impresentable, cuyos intereses estaban más cerca de la Santa Madre que de un padre como tú. Y claro, eso tampoco ayuda.

Hasta que un día, por fin, encontraste a alguien que estaba dispuesto a acabar con toda esta pesadilla, aun a riesgo de que los moralistas de turno se le echaran encima. Y así lo hicisteis, te la llevaste al sanatorio y allí decidieron, diecisiete años después, ayudarla a morir como se merecía. Como os merecíais después de tanto tiempo de humillaciones. Lo consiguieron, casualidades de la vida, el mismo día que el Gobierno debatía sobre las leyes que pudieran regularizar (o penalizar) la situación de tu hija, y de los que están como ella. Pero no llegaron a tiempo. Aunque Berlusconi se rasgaba las vestiduras por no haberle podido salvar la vida, vosotros os adelantasteis.

Ahora hay quien te trata como un héroe, y quien, si pudiera, te escupiría a la cara llamándote asesino. Pero al menos tú y tu familia podéis descansar con la conciencia tranquila y vivir con la cabeza alta, como vive la gente que suele cumplir sus promesas.

5 de enero de 2009

Los Reyes Magos

"Los Reyes Magos existen mientras los niños creen en ellos. Luego, cuando los abandonan, los padres vienen a sustituirlos."

Paraíso inhabitado
Ana María Matute (2008)