6 de septiembre de 2010

Que viene el lobo!

A estas alturas del cuento, me parece que a ETA con las treguas le está pasando lo mismo que al pastorcillo mentiroso.

Con una diferencia:

Cuando el pastorcillo se queda sin ovejas te da lastima, y te entran ganas de acercarte a su cabaña, echarle el brazo por encima del hombro, y decirle "Mira hombre lo que te ha pasado, ya sabes que, para que no te vuelva a ocurrir, no debes contar más mentiras". Y, si te lo puedes permitir, le regalas una oveja de las tuyas para que vuelva a empezar.

Pero con estos es distinto. Aquí, lo único que queremos es que aparezca el lobo, y termine con el cuento para siempre.