Ayer por la tarde decidí matar el aburrimiento del domingo a tiros y, sin pensármelo más de dos veces, me fui al cine a ver La Vida de los Otros (sí, esa misma que horas después le arrebató a Guillermo del Toro el Oscar a la Mejor película en habla no inglesa). La Academia tiene razón, es una gran obra. Pero lo que me ha hecho dedicarle este espacio no es su calidad cinematográfica, sino uno de sus ideas principales. Para resumir mucho sin destripar nada, el film se desarrolla en la época en la que un muro separaba las dos Alemanias, y nos cuenta la historia de un oficial de la STASI encargado de vigilar todos y cada uno de los movimientos de un poeta y autor teatral sospechoso de traficar con ideas que traicionaban los ideales de la RDA. Porque hubo un tiempo en el que había que pensar en la clandestinidad, con pseudónimos , y esconder las máquinas de escribir para que no te metieran en la cárcel. En ese tiempo, cualquiera que pudiera tener ideas divergentes era objeto de persecuciones policiales, interrogatorios inhumanos y acusaciones de traición al Gobierno, al Partido, y a la Patria, que son la misma cosa. O piensas como nosotros o no eres digno de nosotros. Y esta situación se daba en la Alemania de finales de los 80, y en la España de los 70.
Ahora todo eso ha pasado. La censura ya es historia. Tenemos pancartas para manifestarnos en la calle a favor y en contra de lo que queramos. Tenemos medios de comunicación de todos los colores para opinar a los cuatro vientos. Tenemos la posibilidad de hablar de política en cualquier esquina. Tenemos internet, tenemos los blogs, para escribir lo que nos de la gana y que lo lea todo el mundo. Y, si miramos atrás, tenemos el privilegio de haber conquistado la libertad de expresión.
Ahora todo eso ha pasado. La censura ya es historia. Tenemos pancartas para manifestarnos en la calle a favor y en contra de lo que queramos. Tenemos medios de comunicación de todos los colores para opinar a los cuatro vientos. Tenemos la posibilidad de hablar de política en cualquier esquina. Tenemos internet, tenemos los blogs, para escribir lo que nos de la gana y que lo lea todo el mundo. Y, si miramos atrás, tenemos el privilegio de haber conquistado la libertad de expresión.
5 comentarios:
Qué bonito por diosssssss, qué bien lo has contado, qué inspirador, qué ganas de escribir.
Por cierto, no te felicité en tu cumpleaños. Perdona el despiste, ¡qué cumplas muchísimos más!
Gracias ambas Aquiles, y usted que los vea ;)
Si miramos atrás, hemos conseguido mucho, pero aún hay personas mal vistas por su forma de pensar, aún hay personas a las que se abuchea por no formar parte de la mayoría, aún hay máquinas intelectuales a las que se esconde...Aún queda mucho por hacer.
Y hacía mucho que no te escribía.
PC
Totalmente de acuerdo, PC: hacía mucho tiempo que no me escribías.
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