2 de octubre de 2009

Somos el futuro

En vista de los últimos acontecimientos, en los que todo el mundo se ve en posesión de la más absoluta de las verdades, me gustaría dejar, desde aquí, un par de cosas claras:

Los jóvenes, la juventud, o como se nos quiera llamar, NO somos el mal de la sociedad.

Los jóvenes NO pasamos de todo ni nos preocupa solamente nuestro ombligo. Cuando algo no nos gusta salimos a la calle y nos manifestamos. Distinto es que se nos haga caso.

Los jóvenes NO nos quedamos de brazos cruzados ante todo lo que pasa a nuestro alrededor. A veces ayudamos más que los que nos critican. Pasate por cualquier asociación de voluntarios.

Los jóvenes NO siempre necesitamos emborracharnos para divertirnos. Los botellones NO son nidos de violencia, delincuencia y terrorismo urbano. Son sólo sitios a los que la gente acude a beber con los amigos.

Los jóvenes NO vamos a las discotecas a colocarnos. Conocemos de sobra los efectos de las drogas, y la mayoría las rechazamos. NO todos los jovenes veraneamos en Ibiza.

Los jóvenes (y sobre todo, "los") NO vemos a las mujeres sólo como objetos sexuales. Sabemos lo que es el amor, el compromiso, el respeto. Y, tanto "los" como "las" conocemos los métodos anticonceptivos.

Los jóvenes NO queremos vivir con nuestros padres hasta los 35 años.

Los jóvenes NO queremos que el Estado nos mantenga. Nos dejamos la piel haciendonos un hueco en el mercado laboral, empezando muchas veces con contratos de vergüenza. Pagamos impuestos, y con esos impuestos se pagan las pensiones de los que dicen que sólo pensamos en el vicio.

Los jóvenes que estudiamos NO somos unos mantenidos de nadie. Si estudiamos, es sólo para que ese hueco en el mercado llegue antes, y en mejores condiciones. Y aún así, muchas veces parece más un obstaculo que una ventaja.

A los jóvenes NO nos la suda la política. A la política, si parece que se la sudamos nosotros.

Los jóvenes somos la principal mano de obra en la investigación de este país. Nosotros contribuimos a los avances de la medicina, la física, el derecho... A pesar de vivir en uno de los paises que menos invierte en becas para investigadores.

En definitiva, los jóvenes NO somos unos inconscientes, irresponsables, inmaduros...

Los jóvenes, LE PESE A QUIEN LE PESE, somos el futuro de ésta y de cualquier sociedad.

Pues eso.

Al enérgumeno del autobús de esta mañana,
a los responsables de los programas que muestran los "hábitos de ocio" de la juventud,
y a todos los que piensan que tienen razón.
Con todo mi afecto.

6 comentarios:

Elena dijo...

:)me ha gustado mucho walt. hoy me siento todavía más joven gracias a ti, jeje1beso

Walt Rawley dijo...

Sientete joven y orgullosa de serlo. Que cuando los alquimistas llevan toda la vida buscando el elixir de la eterna juventud, por algo sera, no?

Peace ^^ dijo...

Al leer esto se me ha venido a la mente una de las mejores series televisivas de la historia (nótese la ironía) "FoQ",donde al parecer se plasma como somos actualmente,en qué pensamos y qué hacemos...Y lo per de todo es que hay gente que es fan de la serie que dice que todo lo que pasa es verdad y que nos representa muy bien...Es penoso...

Estoy toatalmente de acuerdo contigo,me ha gustado mucho leerlo...lo unico que me preocupa es que los políticos empiecen a tenernos en cuenta,no vaya a ser que nos pongan las cosas peores... =P
Saludos!

Walt Rawley dijo...

Pues oye, mira que me ha costado entrarle, pero debo decir (y negaré haberlo dicho fuera de este foro), que FoQ tiene, al menos, dos cosas "no malas": momentos muy divertidos y una verosimilitud kilometriquisimamente mayor a la de Al Salir de Clase (aquí por lo menos, los niños viven con sus padres, y no en lofts de superlujo).

Dios mio, como estará la tele para tener que decir estas cosas... :S

Julio C. Ortega dijo...

Hasta cierto punto estoy de acuerdo contigo.

No somos el origen de todo mal, pero yo personalmente he perdido la esperanza en mi generación.

Walt Rawley dijo...

Bienvenido a este humilde blog señor Julio!!

Pues yo creo que nuestra generación es capaz de hacer muchas cosas. Pero claro, siempre que se les de un voto de confianza. Y recuerda compañero que, la esperanza, es lo último que se pierde (después de las llaves y el móvil).